La historia del café es una de las más ricas y antiguas del mundo. Se cree, que fue descubierto entre los siglos VII y IX, en Etiopía. Hay registros que nos cuentan que el café era usado por las tribus africanas para fortalecer a sus guerreros. Se usaba también, durante los largos viajes de los rebaños, como alimento para ellos, era una manera de que los animales tuviesen más energía.
Actualmente, la acción de tomar café, es un hábito cultural extendido por todo el mundo. Pero existen grandes historias que contar sobre esta delicia tan apreciada por la sociedad, que dejó sus marcas por diferentes territorios.
Una antigua leyenda nos cuenta que, un pastor mientras cuidaba de sus cabras, se dio cuenta de un hecho curioso. Sus animales estaban más activos cuando comían de una determinada planta que tenía frutos de color rojo (el cafetal). Intrigado por esta situación, decidió probar algunos de los frutos y se sintió más fuerte y revitalizado.
Su descubrimiento lo dejó tan satisfecho, que decidió compartir el descubrimiento con un monje. Este aprovecho el fruto del árbol de otra forma. Preparó una infusión que usaba para mantener la concentración y alejar el sueño cuando rezaba.
El boca a boca, hizo el resto, los beneficios del café se extendieron y esta bebida empezó a ser muy conocida y apreciada.
La expansión del café por el mundo
El cultivo del cafetal, originariamente, se hacía en monasterios islámicos de Yemen, en pequeñas cantidades. Debido al éxito, rápidamente se extendió su cultivo por toda la Península Arábiga, y llegando a Europa en el siglo XIV.
Viendo el éxito de esta bebida, un grupo de comerciantes holandeses, llevó la planta hasta Indonesia. Su objetivo era producirlo en cantidades más abundantes para posteriormente comercializarlo. Habiendo tenido un gran éxito, el cultivo de café, no tardó en extenderse por América y la India. Y así el consumo se extendió poco a poco por todo el mundo. Los granos tostados, como los conocemos a día de hoy, aparecieron en el siglo XVI.
En la actualidad, existen dos variedades de café: Arábica y Robusta. El café Arábica es sin duda el más popular, una de sus principales características es su sabor aromático y suave. Por otro lado, el café Robusta es más fuerte, contiene más cafeína y es un poco más intenso.
La mayoría del café que es comercializado a día de hoy es el resultado de la combinación de estas dos especies. El objetivo el conseguir el equilibrio perfecto entre las dos y mejorar su paladar.
Fotografía: Jason Betz